Me asomo a
la ventana buscando recuerdos
que me hagan
sonreír gratamente, en silencio.
¡Y como en
un sueño, quedo suspirando!
Cuando jugaba
con amigos, ¡aquellos momentos…!
Adornábamos
las casas llegado el adviento
con ilusión
compartida en alientos
que decían
feliz navidad sin serlo.
Todo se volvía
luz, las calles, los comercios
los balcones,
las ventanas, los silencios..
En ellos
se impregnaba el mensaje del Eterno
¡Dios está
cerca, venid a verlo!
Me asomo a
la ventana, pero ahora no los veo.
Se ha
ocultado la Verdad y la luz del cielo
porque la
luz que ilumina, no habla de ello.
Se oculta
en publicidad que habla de género,
sin familias,
con figuras que imitan parecerlo.
Y la luz
que antes brillaba con intensidad
la buscan ocultar
en otra verdad de miedos.
Pero Dios
Nacido sigue bajando del cielo
y nace en
los corazones que lo aman
y nace en los corazones que quieren verlo.
Porque la
Luz que el Portal emana, se contagia
siempre en
los corazones sencillos y abiertos
son portadores
de Esperanza que llena el alma
iluminando
todo de Amor y consuelo.
A Cáritas Diocesana
18/12/2022
José Antonio Bedmar Redondo